Dominik Greif ha cerrado un capítulo en su vida como portero del Mallorca, y lo ha hecho con una carta que destila emoción y gratitud. Este eslovaco, ahora rumbo al Olympique de Lyon, se despidió de la isla con unas palabras en mallorquín que nos llegan al alma: ‘Me’n sent profundament orgullós’. ¿Quién no se sentiría así después de vivir tantas experiencias intensas?
En su mensaje, Greif no solo recuerda el famoso hashtag #freedominik que resonó cuando llegó al club, sino que también hace un guiño a los sueños que quedan por cumplir. Uno de ellos fue la final de la Copa del Rey en La Cartuja, donde esos penaltis todavía le duelen: ‘Encara em fa mal aquella tanda de penals’, confesó. ¿Cuántos momentos nos marcan para siempre? Él lo sabe bien.
Un viaje lleno de emociones
A pesar de las dificultades que enfrentó, Greif se despide reconociendo la labor silenciosa de todos aquellos que trabajaron a su lado. “Siempre llevaré en mi corazón a mis compañeros y a esa afición tan maravillosa”, dice, recordando cada saludo por Palma y el apoyo incondicional recibido en Son Moix. Esos pequeños gestos son los que construyen grandes recuerdos.
Con la cabeza bien alta y lleno de orgullo por haber defendido el escudo del Mallorca hasta el último momento, Dominik cierra este ciclo sabiendo que la isla siempre tendrá un rincón especial dentro de él. No hay duda: Mallorca es más que un lugar; es parte de quienes somos.