Este fin de semana, Jagoba Arrasate, entrenador del Mallorca, decidió dejar el fútbol a un lado y probar suerte como botillero en el Frontón de Sineu. Y vaya que lo hizo con buen pie: su pareja, Mikel Goñi-Xabi Ortiz de Urbina, se alzó con el tercer puesto del torneo Calet y Boiret. Con una camiseta verde que lucía su nombre y los colores del frontón, Arrasate no escatimó en consejos mientras dirigía a sus jugadores desde una vista privilegiada.
Una tarde inolvidable llena de energía
Aunque el tercer puesto estaba en juego, había algo más importante: la afición. La grada rebosaba de espectadores ansiosos por disfrutar del espectáculo. Momentos hubo donde parecía un combate de boxeo; los gritos resonaban cada vez que la pelota golpeaba las manos. Cada tanto era una oportunidad para que Goñi y Ortiz recibieran instrucciones precisas junto a toallas y botellas de agua, todo bajo la atenta mirada de Arrasate.
Finalmente, los chicos vestidos de azul lograron imponerse 22-13 a Iñaki Lizaso y Fernando Bretón, asegurándose así ese tercer lugar tan codiciado. El público vibró con cada jugada espectacular del siempre carismático Mikel Goñi, quien supo conquistar los corazones de los asistentes en Sineu.
Xabi Ortiz subrayó cómo la presencia del técnico fue clave para su triunfo: “Nos ayudó a jugar tranquilos”, confesó. Y es que cuando tienes a alguien como Arrasate dirigiendo desde fuera, no hay duda de que sientes esa confianza extra que todos necesitamos.
Apenas finalizó el partido, el segundo entrenador Bitor Alkiza no dudó en acercarse para felicitarles. Mientras tanto, Jagoba disfrutaba entre risas y autógrafos con los aficionados; una celebración bien merecida ante las más de 400 personas que llenaron el recinto deportivo.