A cinco días del inicio de La Liga, el ambiente entre los abonados del Mallorca está cargado de emociones encontradas. Algunos miran al futuro con esperanza, mientras que otros sienten un nudo en el estómago por lo que está por venir. Y es que el mercado de fichajes se ha convertido en el epicentro de todas las miradas.
Juan Tenorio, abonado 3.449, es uno de esos optimistas que no dudan en expresar su ilusión: «Este equipo está en construcción, pero tenemos una buena base y creo que podemos hacer algo grande este año». Su voz resuena entre los aficionados que desean dejar atrás la temporada pasada, marcada por altibajos.
Esperanzas y críticas al mercado
Por otro lado, Nofre Serra (socio 2.925) sueña a lo grande: «Ojalá podamos llegar a Europa; hemos mejorado y estoy seguro de que podemos lograrlo». Sin embargo, no todos comparten ese entusiasmo. Isabel Espinosa (abonada 3.744) tiene sus dudas: «Con los fichajes actuales, siento que vamos a tener que sufrir un poco más este año».
No hay duda de que el mercado es un tema candente. Miquel Riu (socio 2.668) expresa su frustración: «El mercado va lento; ya deberían haber llegado esos extremos tan ansiados. Las expectativas no son muy buenas sin esos refuerzos». Aina Mora (abonada 12.012) va más allá y señala a Larin y Maffeo como jugadores cuya salida debería haberse concretado hace tiempo: «No he visto movimientos significativos; eso me deja malas sensaciones en comparación con años anteriores».
Pablo Ortells, el director deportivo, sabe que tiene mucho trabajo por delante hasta final de mes y algunos aficionados han perdido la confianza en él. José Manuel Navarro (socio 12.994) es claro: «No tengo expectativas; siempre esperamos mucho pero luego nos decepcionamos». Sin embargo, hay quienes prefieren darle un voto de confianza como Alex Bautista (abonado 12.015), quien recuerda la realidad del club: «No se puede jugar a ser director deportivo desde las redes sociales; debemos ser pacientes con Ortells porque somos el Mallorca y fichar no es fácil».
A medida que se acerca el inicio de la liga, las voces del mallorquinismo resuenan llenas de pasión e incertidumbre. Un cóctel explosivo entre sueños por cumplir y temores por afrontar.