La pretemporada, amigos, es un tema delicado. Todos sabemos que no hay que tomarla como una vara de medir, sobre todo cuando el equipo no gana y deja una imagen más que pobre. Es frustrante ver cómo se repiten las mismas historias: ‘es importante ganar’, ‘dejamos buenas sensaciones’… Pero, ¿qué sensaciones hemos tenido realmente con el Real Mallorca en estos cuatro partidos? La verdad es que han sido más decepcionantes que otra cosa.
Un reflejo del pasado
Algunos dirán que son solo amistosos y que no cuentan para nada. Otros, los más realistas, saben que los rivales también están en pretemporada, pero ellos parecen tener ganas de ganar. Y aquí estamos nosotros, viendo a un Mallorca que dista mucho de lo esperado para un equipo de Primera División.
Nos cansamos de escuchar a los futbolistas diciendo que quieren jugar siempre. Sin embargo, en el campo parecía que les costaba hasta controlar el balón. Esa actitud y esa ilusión… ni rastro de ellas hasta ahora. Mientras tanto, la afición sigue al pie del cañón; el club ha anunciado un nuevo récord histórico de más de 23.000 socios. ¡Eso sí es una gran noticia! Pero parece que a los jugadores eso les da igual.
A medida que se acerca el inicio del campeonato y con la visita del Barça a Palma a la vista, crece la incertidumbre entre los seguidores. Aun así, estoy seguro de que Son Moix estará lleno; posiblemente veamos la mejor entrada de la temporada. Ojalá esta vez podamos ver a un Mallorca muy distinto al desastroso espectáculo reciente. Recordemos: ganar genera felicidad, ya sea en amistosos o competiciones oficiales.