En una soleada terraza del Hotel Das Sieben en Bad Häring, Jagoba Arrasate, el entrenador del Mallorca, nos habla con la sinceridad de quien tiene una misión clara: recuperar la esencia de su equipo. Al escuchar sus palabras, es evidente que la falta de fichajes no le preocupa tanto como volver a encontrar esa «verticalidad y chispa» que caracterizó al Mallorca en su mejor momento.
Un verano lleno de desafíos
A medida que pasan los días de concentración, Jagoba pide paciencia. «Estamos en plena ventana de fichajes y tenemos que hacer las cosas bien», comenta con un tono reflexivo. Mientras observa cómo se desenvuelven sus jugadores en el campo, confiesa que es esencial integrar a los nuevos y recuperar los automatismos del pasado. Su deseo es claro: ser reconocibles y difíciles para los rivales.
No obstante, no se marca metas fijas; él sabe que el fútbol es impredecible. «Lo importante ahora es confeccionar una buena plantilla y competir lo mejor posible», asegura. Y aunque algunos puedan ver el décimo puesto del año anterior como un éxito rotundo o como un sabor agridulce, Arrasate prefiere mantenerse centrado en mejorar cada día.
A medida que la conversación avanza hacia el tema de los refuerzos, su visión se hace aún más nítida: «Necesitamos un extremo y un cuarto central», dice sin dudarlo. La dirección deportiva está trabajando duro para conseguirlo; hay confianza en que llegarán jugadores clave antes de cerrar el mercado.
Con cada pregunta queda claro que la calidad prima sobre la cantidad. Así lo subraya cuando menciona a Pablo Torre y Lucas Bergström como nuevas incorporaciones fundamentales para elevar al equipo. La ansiedad por ver resultados inmediatos contrasta con su enfoque paciente: “Prefiero esperar a tener certezas”. En esta travesía por recuperar lo perdido, Jagoba también reconoce la importancia de cuidar a quienes ya están dentro del club y les da espacio para crecer.
Pero también hay retos emocionales entre sus filas. Habla sobre Maffeo y Larin con empatía; entiende las frustraciones de sus jugadores ante ofertas tentadoras pero recuerda que tienen un compromiso con el Mallorca. Con ese espíritu combativo e inclusivo, parece evidente que este curso será crucial para redescubrir al verdadero Mallorca bajo su mando.