Las vacaciones de Cyle Larin ya están aquí, aunque no vienen con el sabor dulce que uno esperaría. El delantero del Real Mallorca se ve obligado a desconectar después de una amarga eliminación con su selección, Canadá, en la Copa Oro. Fue un partido difícil contra Guatemala, donde su fallo en los penaltis dejó a todos con un mal sabor de boca.
Un verano incierto para Larin
Más de un mes después que sus compañeros regresaran a casa, Cyle empieza sus días libres con la sensación de que las cosas no han salido como quería. Su rendimiento en el torneo no ha sido el mejor y eso ha afectado su posición dentro del equipo nacional. Para colmo, la tensión acumulada se hizo evidente cuando tuvo un encontronazo con parte de la afición durante el último partido contra el Getafe; al marcar un gol, incluso les mandó callar.
Aunque este verano quiere dejar atrás al Mallorca, no será fácil encontrar una salida. La realidad es que las condiciones económicas del club complican cualquier traspaso. Si no logra cambiar de aires pronto, tendrá que volver a Son Bibiloni dentro de tres semanas para seguir entrenando.
Larin espera fervientemente que todo cambie pronto; por otro lado, el Mallorca tiene otros frentes abiertos, especialmente en portería y con jugadores como Maffeo, quienes también están buscando nuevas oportunidades. La situación está caliente y cada día cuenta.