En el corazón del Real Mallorca, la situación es clara: necesitamos un extremo zurdo. La temporada está a la vuelta de la esquina y, con apenas Javi Llabrés como única opción en esa posición tras su cesión, el equipo se enfrenta a un reto urgente. Jagoba Arrasate, nuestro técnico, tiene una idea clara en mente: quiere jugar con bandas. Pero hasta ahora, eso ha sido un verdadero quebradero de cabeza.
Pablo Ortells, el director deportivo del club, lo sabe bien. La plantilla presenta carencias evidentes y el extremo izquierdo es su punto débil. Tras algunos intentos fallidos con Chiquinho y Valery, la presión aumenta. No podemos permitirnos más errores; necesitamos acertar en esta elección.
Un camino lleno de obstáculos
Durante esta temporada hemos visto cómo Arrasate ha tenido que improvisar. Aunque Asano ha hecho lo que ha podido jugando por la banda izquierda –un diestro forzado a adaptarse– sus lesiones han desbaratado los planes. Y Robert Navarro, aunque valioso cuando está sano, tampoco es un extremo puro. Esto nos deja en una posición vulnerable.
Con solo Javi Llabrés terminando su etapa con el Eldense y dejando buenas sensaciones pero sin haber logrado ser titular indiscutible, la necesidad se hace más evidente. Darder, aunque no juega mal por la izquierda, necesita ese descaro que solo un verdadero extremo puede aportar.
No cabe duda: estamos a las puertas de una nueva temporada y el Real Mallorca debe actuar rápido para reforzar esa línea crítica del equipo. ¿Logrará encontrar al jugador ideal antes de que sea demasiado tarde?