El Mallorca está reviviendo una auténtica pesadilla esta temporada, y todo tiene que ver con esos malditos minutos finales. Seis puntos han volado de sus manos en cuatro partidos debido a goles encajados en el tiempo de descuento. Esta situación se ha convertido en un lastre que pesa sobre los hombros del equipo bermellón.
La última derrota ante el Real Madrid (2-1) dolió más que una simple caída. Era un partido crucial, no solo por la lucha europea, sino porque fue contra uno de los gigantes del fútbol español, y claro, encajar el gol decisivo a tan solo cuarenta segundos del pitido final dejó una herida abierta. La historia se repite y cada vez con más rabia.
Un verano de malas noticias
El primer golpe llegó mucho antes. En la primera vuelta, durante un choque contra el Villarreal, el Mallorca se quedó con uno menos tras la expulsión de Lato. Cuando todo parecía indicar que al menos podían rascar un punto, Ayoze decidió amargarles la vida en el minuto 94 marcando el 1-2. Luego vino lo del Betis: un encuentro en el que Mascarell también vio tarjeta roja y Bakambu selló su destino con un tanto al borde del abismo: minuto 96 y adiós al empate.
No podemos olvidar aquella tarde oscura ante Osasuna, donde Muriqi había dado esperanzas al equipo hasta que Boyomo igualó las cosas justo cuando ya estaban celebrando una victoria casi segura. Y ahora, este miércoles pasado… El Bernabéu fue testigo de otra tragedia; Jacobo le dio la estocada final a un Mallorca que ya soñaba con llevarse ese empate bajo el brazo.
Como bien dice Arrasate: «Es un golpe muy duro para nosotros». La mala suerte parece ser una compañera habitual del Mallorca esta temporada y es difícil no sentir frustración al ver cómo se desvanecen oportunidades vitales por errores en momentos críticos. ¿Hasta cuándo tendrá que cargar este equipo con la maldición del descuento?