En el mundo del fútbol, enfrentarse al Barcelona siempre es un desafío monumental, y así lo siente Jagoba Arrasate, el entrenador del Mallorca. Este sábado, su equipo se prepara para un encuentro complicado en Montjuïc, donde la perfección parece ser la única opción si quieren sacar algo positivo. «Nunca hay un buen momento para visitar a este tipo de estadios», confiesa con sinceridad. Y no le falta razón.
Un reto con muchas bajas
A pesar de que el Barça se encuentra en medio de una final de Copa del Rey contra el Real Madrid y lidera la Liga, Jagoba sabe que las dificultades son parte del juego. Su equipo llega con cuatro jugadores lesionados y dos sancionados, lo que complica aún más la situación. «Necesitamos energía y determinación para hacer un partido perfecto en un lugar tan difícil», asegura.
No obstante, Jagoba no se rinde. Está decidido a hacer cambios estratégicos en su alineación: «Voy a apretar a los que están bien y cambiaré algunas cosas respecto al último partido», menciona con firmeza. Sabe que necesitan paciencia y astucia para contrarrestar las oleadas ofensivas del rival.
El técnico destaca la importancia de ser sólidos en defensa: «Si solo defendemos sin proponer nada en ataque, será muy complicado salir airosos». Quiere que su equipo mantenga la posesión del balón y logre combinar varios pases antes de buscar profundidad. «Hacerles daño significa que tenemos que correr hacia atrás cuando ellos ataquen», añade mientras piensa en cómo desactivar las numerosas variantes ofensivas del Barcelona.
Aunque las posibilidades europeas parecen abiertas para el Mallorca, Arrasate avisa: «Ganar dos partidos seguidos puede ser clave para escalar posiciones». También reflexiona sobre Antonio Sánchez, quien merecía jugar más tras su gran actuación anterior. “Los entrenadores valoramos mucho a los jugadores comprometidos”, concluye con optimismo.