El Real Mallorca ha vivido un capítulo interesante con la relación entre Cyle Larin y Vedat Muriqi. A pesar de las expectativas, parece que estos dos delanteros no terminan de encontrar su ritmo juntos. En los catorce partidos que han compartido minutos en el campo, la estadística es clara: solo tres victorias. Sin embargo, cuando Muriqi se quedó fuera por una lesión en los isquiotibiales, Larin resurgió como un ave fénix.
Un nuevo aire para el ataque bermellón
Este pasado sábado contra la Real Sociedad, el canadiense aprovechó la oportunidad y abrió el marcador, lo que trajo de vuelta a la afición al mundo del optimismo por Europa. Ese gol fue su sexto en veinticinco partidos, y recordemos que cada vez que ha anotado, el equipo ha salido victorioso. Curiosamente, todos sus goles han llegado cuando Muriqi estaba ausente en el campo. ¿Coincidencia? No lo creo.
A medida que avanzamos hacia el final de esta temporada crucial y con Muriqi fuera hasta mayo, se abren las puertas a Larin para demostrar su valía como titular. Si vuelve a encadenar buenas actuaciones como antes de Navidad, cuando también coincidió con la baja del kosovar, los seguidores mallorquinistas podrían olvidarse rápidamente de esa dupla fallida. Solo nos queda esperar y ver si este último tanto fue un destello momentáneo o si realmente marca un nuevo comienzo para él.