Hoy es un día crucial para el Real Mallorca. Este mediodía, el equipo balear necesita una victoria a toda costa en San Sebastián frente a la Real Sociedad, si quiere mantener vivas sus esperanzas de clasificación para competiciones europeas la próxima temporada. Con las bajas de Muriqi y Morlanes, todo apunta a que Cyle Larin y Omar Mascarell serán titulares.
La presión está en el aire
A medida que avanza la temporada, la competencia se intensifica. No hay lugar para los errores; ahora mismo, clasificarse entre los ocho primeros es más cuestión de ser regular que de tener aciertos brillantes. El Mallorca, tras un 2025 decepcionante y una derrota dolorosa ante el Celta, todavía tiene la oportunidad de darle la vuelta a la situación. Pero hoy no puede fallar.
Pese al mal sabor de boca que dejó su último encuentro, donde esa última media hora fue casi indignante tanto para jugadores como aficionados, todavía hay tiempo para recuperar lo perdido. Jagoba Arrasate lo tiene claro: «Para engancharnos otra vez necesitamos ganar a la Real Sociedad». Y no solo se trata de sumar puntos; es esencial recuperar esa identidad que parece haberse desvanecido.
Afrontando este partido sin tres pilares fundamentales como Muriqi, Takuma Asano y Manu Morlanes por lesiones, Arrasate debe hacer malabares con su alineación. Sin embargo, regresa Antonio Raíllo junto a Samu Costa tras cumplir sanción y eso da algo de esperanza. La defensa podría mantenerse sólida con Greif en portería y una línea defensiva compuesta por Maffeo, Valjent, Raíllo, Copete y Mojica.
En el centro del campo, Mascarell tendrá una gran responsabilidad al sustituir a Morlanes, acompañado por Samu Costa y Sergi Darder. Y arriba, Dani será el encargado de crear juego mientras Cyle Larin buscará marcar las diferencias en ataque.
Por su parte, la Real Sociedad llega con moral alta tras conseguir tres victorias consecutivas. Jon Pacheco y Brais Méndez son las novedades clave que podrían marcar la diferencia en este choque tan esperado por ambas aficiones. Sin duda alguna, hoy se juega más que tres puntos; se juegan ilusiones.