Los aficionados del RCD Mallorca están preocupados. La situación del equipo en casa no es la mejor y, a medida que avanza la temporada, la presión aumenta. Con solo cinco victorias en catorce partidos, los bermellones deben ponerse las pilas si quieren soñar con un futuro europeo. En este momento, ocupan una séptima posición con 37 puntos, pero saben que deben sumar más para asegurarse que su única preocupación no sea la permanencia.
Un reto inminente en casa
La última actuación en Son Moix dejó mucho que desear: solo una victoria en los últimos cuatro encuentros. Además, el empate a uno contra el Alavés fue un claro recordatorio de lo que está en juego. No podemos permitirnos perder oportunidades, sobre todo ahora que se avecinan rivales como el Espanyol, que llega como uno de los peores visitantes de la liga.
A pesar de estar situados por encima de otros equipos como el Valencia o el Espanyol, la realidad es dura: solo han acumulado veinte puntos jugando en casa. Hay doce clubes que están sacando más jugo a sus estadios y eso duele.
El equipo dirigido por Jagoba Arrasate ha tenido su cuota de problemas defensivos; ha encajado goles en todos los partidos recientes y esa es una herida abierta difícil de cerrar. Para ganar hay que marcar más de un gol, algo complicado para ellos últimamente. Pero cuando lo han hecho, se han llevado los tres puntos a casa; así funciona esta ecuación.
Mañana tienen otra oportunidad dorada frente al Espanyol. El rival tiene serias dificultades para marcar fuera de su campo y sería ideal aprovecharse de ello. Si hay algún momento para volver a dejar la portería a cero, este es el instante perfecto.
Aún queda camino por recorrer; el Mallorca ha cosechado más puntos como local (20) que fuera (17), pero comparativamente sigue siendo un rendimiento muy pobre si echamos la vista atrás al año pasado cuando lograron salvarse apenas con una unidad menos tras catorce partidos.
Sueños de Europa pasan irremediablemente por Son Moix y para alcanzarlos necesitamos empezar a ganar más seguido. Los jugadores tienen mañana una primera oportunidad vital ante su afición ansiosa por verles triunfar y contribuir al objetivo ambicioso del club: alcanzar los 21.000 abonados presentes en el partido. ¡Es hora de darlo todo!