El fútbol a veces es caprichoso, y ahora lo estamos viendo con el RCD Mallorca y la UD Las Palmas, que llevan una eternidad sin saborear la victoria. Cincuenta y seis y cincuenta y cinco días, para ser exactos. Dos meses llenos de frustración, donde cada partido se ha convertido en una lucha contra la desesperanza. Y mañana, estos dos equipos se verán las caras en Son Moix (18:30 horas) con un objetivo claro: romper esa mala racha.
Un desafío vital para ambos
Para los de Jagoba Arrasate, este enfrentamiento se ha vuelto más que crucial. Nadie podría haber anticipado que llegaríamos a mitad de febrero sin una alegría en el horizonte. Con rivales de la parte baja todavía por venir, este partido contra Las Palmas tiene que terminar en victoria; cualquier otro resultado podría desatar los nervios tanto dentro del campo como entre los aficionados.
Es difícil entender cómo el Mallorca pasó de soñar con Europa a estar atrapado en esta espiral negativa. Después de vencer al Getafe el 21 de diciembre, todo parecía posible. Acumulaban treinta puntos y estaban cerca de las posiciones europeas; ¡hasta resonaba la palabra Europa! Pero tras celebrar el nuevo año, algo se rompió.
La eliminación en Copa del Rey ante el Pontevedra fue un golpe duro, seguido rápidamente por otra derrota ante el Real Madrid en Supercopa. A partir de ahí, cuatro partidos disputados con un balance alarmante: tres derrotas y solo un empate frente a Osasuna; eso sí, después de ¡530 minutos sin marcar! Un verdadero calvario que esperan dejar atrás pronto.
Por su parte, Las Palmas también han sentido la presión. Su última victoria data del 22 de diciembre contra el Espanyol (1-0), pero desde entonces apenas han logrado sumar un punto de quince posibles. Aunque no tienen tanta sequía goleadora como sus rivales —han anotado cinco goles— han encajado once tantos durante este mal momento.
A medida que avanza este emocionante duelo, ambos equipos están decididos a dejar atrás sus penas y buscar ese ansiado triunfo. Un empate no les serviría mucho a ninguno; mientras que los bermellones lo verían como un paso hacia la permanencia, Las Palmas podría caer al descenso si otros resultados no les favorecen.