El Illes Balears Palma Futsal llegó al último amistoso antes del arranque de la liga con la esperanza de corregir los errores previos, pero el destino tenía otros planes. En el Municipal Agustín Mourís, el equipo se encontró frente al Noia Portus Apostoli y, a pesar de las ganas, terminó cayendo 3-2 en un partido que dejó claro que aún hay mucho camino por recorrer.
Fabinho, uno de los protagonistas de la jornada al anotar uno de los goles, se vio como un héroe efímero; su esfuerzo no fue suficiente para cambiar el rumbo del encuentro. Desde el principio, el Palma mostró destellos de calidad con varias oportunidades. Ernesto tuvo una ocasión clara en el primer minuto, pero Schütt le cerró la puerta. Fue entonces cuando Altamirano tomó las riendas y puso a su equipo por delante en el minuto 6.
Una montaña rusa emocional
A pesar del golpe inicial, los chicos dirigidos por Antonio Vadillo no se dieron por vencidos. Alisson y Mateus Maia se sumaron al ataque junto a Fabinho, aunque la suerte les dio la espalda. Y cuando todo parecía complicado, un penalti señalado a favor permitió que Fabinho empatara en el minuto 19. Sin embargo, esa alegría duró poco: Ismael devolvió la ventaja a los gallegos justo antes del descanso.
La segunda parte comenzó con otro jarro de agua fría para los mallorquines. Un tiro lejano que rebotó en David Peña hizo que el marcador subiera a 3-1. Aún así, el Palma siguió luchando y Charuto logró acercar distancias en el minuto 27 tras una gran jugada colectiva. La afición vibraba cada vez que sus jugadores llegaban cerca del área rival, pero ni dos tiros claros ni una madera pudieron cambiar la historia final.
Con esta derrota finaliza una pretemporada marcada por altibajos: una victoria y tres derrotas son estadísticas que no engañan. Pero ahora es momento de mirar hacia adelante; este viernes tendrán su primer desafío oficial ante Jimbee Cartagena en Son Moix. Los aficionados esperan ver esa mejor versión del equipo que todos saben que tienen dentro.