Antonio Vadillo, el técnico del Palma Futsal, no podía ocultar su tristeza tras el tercer partido de semifinales contra el Barça. A pesar de la derrota en Son Moix, donde se despidieron de sus posibilidades de alzar ese codiciado título nacional que aún les falta, Vadillo seguía creyendo en su equipo. «A día de hoy sigo pensando que no somos inferiores al Barça», confesaba con un hilo de esperanza en su voz.
Errores que duelen
Sin embargo, la realidad es dura. «Hemos cometido errores que no se pueden permitir en este tipo de partidos». Las palabras resonaban con fuerza mientras recordaba las jugadas fallidas y esas dos ocasiones en las que se saltaron la defensa marcada. Esas decisiones costaron caro, permitiendo que el Barça aprovechara cada oportunidad para golpear. Al final, esa presión y el estrés del momento jugaron malas pasadas, llevándolos a ir casi todo el partido por detrás en el marcador.
A pesar del dolor por la eliminación, Vadillo no olvidó agradecer a sus jugadores y a todo el club. «Me han regalado una temporada increíble», decía emocionado. Su pasión por este deporte brillaba mientras reflexionaba sobre lo vivido: «He disfrutado más que en todas mis etapas en el fútbol sala». Aunque sentía una profunda tristeza por ser el último día juntos, también había un sentimiento palpable de orgullo por lo logrado durante la temporada. Este equipo ha demostrado mucho, y aunque ahora toca reponerse y mirar hacia adelante, siempre llevarán consigo los recuerdos de una lucha intensa.