Este viernes, el Illes Balears Palma Futsal se enfrenta a uno de esos partidos que marcan la temporada. A las 20:30 horas (en FEF TV), el equipo mallorquín recibe al todopoderoso FC Barcelona, en un duelo que podría ser decisivo para la lucha por el liderato en la fase regular. Ambos conjuntos están empatados a 56 puntos en lo alto de la tabla, aunque los de Antonio Vadillo han jugado un partido más debido a la inminente Final Four de la UEFA Futsal Champions League.
Un triunfo que puede cambiar el rumbo
Lograr una victoria contra el actual líder no solo significaría escalar al primer puesto, aunque sea de manera provisional, sino también presionar a los culés, quienes deben enfrentarse a otro rival complicado como el Servigroup Peñíscola. Y no podemos olvidarnos del Movistar Inter, cuarto con 49 puntos; cada punto cuenta y cada jornada es crucial.
Parece increíble pensar que al inicio de esta temporada, alcanzar la primera plaza no era una meta tan clara. Sin embargo, la ambición y el gran nivel mostrado por los chicos de Palma les ha llevado a soñar con lo más alto. Y claro, su fortaleza en casa ha sido un factor clave; Son Moix sigue siendo un fortín donde todavía no conocen la derrota este curso.
Aún así, enfrente tendrán al Barcelona, un equipo diseñado para ganar y que ha superado adversidades como lesiones y cambios en el banquillo. Recordemos que ya les ganaron 7-3 en su último encuentro; un resultado contundente que nos recuerda que cualquier despiste puede costar caro. Los azulgranas son uno de los equipos más completos del mundo y saben cómo salir adelante cuando las cosas se ponen difíciles.
Para salir victoriosos hoy, los mallorquines necesitan dar lo mejor de sí mismos y contar con el apoyo incondicional de su afición. La grada tiene un papel fundamental en este tipo de encuentros; su energía puede hacer maravillas. Antonio Vadillo tendrá que esperar hasta última hora para saber si contará con Piqueras y Machado, quienes terminaron tocados el último partido. Pero independientemente de eso, confían plenamente en su fuerza colectiva para sobreponerse a cualquier contratiempo. Está claro: Son Moix será testigo del espectáculo.