Raquel Hurtado, una palmesana que combina su trabajo como auxiliar de enfermería con una pasión desbordante por el Jiu Jitsu, ha hecho historia al convertirse en la primera mujer de Baleares en alzarse con el título mundial en el Abu Dhabi World Professional Jiu Jitsu Championship. Con sus 35 años, Raquel aún se encuentra asimilando la magnitud de lo que ha logrado. «No podía creer lo que estaba pasando; tres luchas, tres sumisiones y ¡había ganado el mundial!», comparte entre risas y lágrimas.
Un viaje inesperado hacia la cima
Su andanza por el mundo del Jiu Jitsu comenzó hace apenas un año y medio, impulsada por un deseo genuino de probar algo nuevo. «Mi hermana fue a informarse a Tatami Palma, que justo había abierto cerca de casa, y yo decidí darle una oportunidad», cuenta. Aunque había practicado deportes en equipo, nunca había tenido contacto con las artes marciales.
El primer año fue todo un aprendizaje. En su debut competitivo en Valencia dentro del AJP Spain Tour, no le fue tan bien como esperaba: «Perdí las dos peleas. Fue un golpe duro porque confiaba en tener mejores resultados, pero eso solo me hizo más fuerte. Aprendí a controlar mis emociones y a trabajar con mis entrenadores Rafael Ribeiro y Elena Gil para mejorar cada día».
A partir de ahí, todo cambió. La perseverancia dio sus frutos cuando empezó a ganar competiciones en Barcelona, Sevilla, Madrid y Alicante, donde muchas veces logró someter a sus rivales. Así se consolidó como la número uno del ranking nacional para cinturón blanco femenino 2024-2025. “Cada victoria era una nueva lección que me motivaba aún más”, dice Raquel.
Y entonces llegó la gran oportunidad: un billete para competir en Abu Dabi. Ella describe ese escenario como un verdadero espectáculo: “Era mucho más grande de lo que estaba acostumbrada; luces brillantes, cámaras por todas partes y un nivel altísimo”. Con nervios pero segura de su preparación, Raquel se lanzó al tatami ante oponentes internacionales.
“Ganar me llenó de emoción; no podía dejar de sonreír mientras lloraba”, recuerda emocionada.
Desde Tatami Palma celebran este hito histórico: “Es algo realmente bonito”, dicen. Pero para Raquel va más allá de los trofeos; valora profundamente lo aprendido durante este camino lleno de retos.
“El Jiu Jitsu me ha enseñado a no rendirme y a creer en mí misma. Espero que mi historia sirva para inspirar a otros a comenzar algo nuevo sin importar la edad y superar cualquier desafío”, concluye con firmeza.

