Han pasado noventa años desde que La Vuelta echara a andar en 1935, un recorrido lleno de emoción y esfuerzo que ha dejado huella en la historia del ciclismo español. A pesar de ser una gran carrera por etapas que dura tres semanas y recorre nuestro país, hasta ahora no hemos tenido un ganador mallorquín. Aunque Enric Mas ha estado muy cerca en tres ocasiones, la ausencia de victorias locales se siente como una deuda pendiente.
Pero no podemos dejar de recordar a los grandes nombres que han representado a nuestra isla en esta cita. Por ejemplo, Miguel Gual, el ciclista mallorquín con más victorias en La Vuelta, se quedó con ocho triunfos. Imagínate lo que significa eso: cinco etapas en 1948 y otras tantas entre 1945 y 1946. Su legado es tan grande que parece inalcanzable para cualquier otro corredor.
Héroes isleños del ciclismo
No podemos olvidarnos de Toni Karmany, quien se convirtió en el rey de la montaña y destacó en las ediciones del ’59 al ’61. Este fenómeno fue líder durante seis días, luciendo el maillot amarillo con orgullo. Además, ganó tres veces la clasificación general del mejor escalador. Un verdadero pionero.
Pensar en el inicio de todo esto nos lleva a Rafael Pou, el único mallorquín presente en esa primera edición allá por 1935, quien terminó su carrera ocupando un meritorio puesto 27 entre los valientes que lograron cruzar la meta.
A día de hoy, tenemos a Bernat Capó y Enric Mas como referentes modernos. Mientras Capó logró ser tercero en la Vuelta de 1948, Enric ha dejado su marca con una victoria (La Gallina, 2018) y varios podios impresionantes: tres segundos puestos (2018, 2021 y 2022) y un tercero (2024). Es curioso pensar cómo Enric se ausentó este año justo cuando celebramos el nonagésimo aniversario.
No obstante, hay una sombra sobre nuestra representación: Gabriel Mas, quien fue último líder mallorquín hace más de seis décadas. Su paso fugaz por el maillot amarillo nos recuerda lo lejos que estamos aún.
Apenas si hubo alegrías tras Antoni Vallori, quien dejó atrás cuarenta años sin victorias hasta que Enric rompió ese maleficio en Andorra. ¿Y qué decir del año 2002? Tres corredores mallorquines compitieron juntos; algo que no hemos visto desde entonces.
A medida que miramos hacia adelante, queda claro que necesitamos más representantes isleños para darle vida a La Vuelta. La historia está allí; solo falta escribir nuevos capítulos juntos.

