El hipódromo de Manacor se convirtió el pasado sábado en un verdadero escenario de emociones, donde la fuerza y la determinación se encontraron en una carrera inolvidable. Teresa Ribas, una atleta mallorquina con coraje y pasión desbordantes, se enfrentó al imponente trotón Goliat de Clide. Este desafío, que por primera vez contó con una mujer como protagonista, dejó a todos boquiabiertos.
Con el corazón latiendo a mil por hora y los espectadores conteniendo el aliento, Teresa se dispuso a recorrer 400 metros. Fue un esfuerzo titánico; cada zancada era un reto extremo para su cuerpo mientras trataba de mantener a raya al caballo que avanzaba tras ella como un rayo. Y es que Goliat no era cualquier rival: él tenía sus propios 800 metros para demostrar su velocidad.
Un momento épico en la recta final
Cuando sonó la señal de inicio, Teresa no dudó ni un segundo. Desde el primer instante puso todo su empeño en conseguir una ventaja clara, manteniendo sus ojos fijos en la meta. Pero ahí estaba Goliat acercándose peligrosamente; cada metro parecía una batalla entre el hombre y la bestia. En ese último tramo, con el público animando como si fueran uno solo, ella sintió cómo su esfuerzo podía desvanecerse ante el empuje del caballo.
Aún así, con una tenacidad digna de admirar, Teresa encontró fuerzas donde parecía que no las había. Con cada paso mantenía una velocidad impresionante que le permitió cruzar la línea de meta antes que Goliat. Finalizó su recorrido en 57.40 segundos, dejando atrás al formidable trotón y haciendo historia en este evento tan esperado por todos.
Sin duda alguna, esta hazaña no solo fue un triunfo personal para Teresa Ribas sino también una celebración del espíritu indomable del deporte femenino en nuestras tierras.