El pasado domingo, el Club de Mar-Mallorca fue testigo de la XXX Regata Illes Balears Clàssics, donde los veleros más impresionantes se agruparon en la bahía de Palma. Sin embargo, la emoción del mar se vio empañada por la falta de viento. ¿Quién puede imaginar una regata sin viento? Las cerca de 40 embarcaciones participantes quedaron ancladas, esperando que las condiciones mejoraran, pero el calor hizo lo suyo y el esperado viento térmico nunca llegó.
Un desenlace inesperado
A medida que avanzaba la jornada y pasaban las horas, el Comité de Regatas tuvo que tomar una difícil decisión: dar por concluida la competición. Así, los resultados previos quedaron fijados y algunos duelos esperados se desvanecieron como un espejismo. En medio de esta situación tensa, tres barcos lograron revalidar su título: Argos, Sonata y Rowdy. El Tuiga, un clásico de 1909, se coronó en Big Boats con una victoria ajustada sobre el The Lady Anne.
A pesar del ambiente caluroso e inactivo en el agua, las palabras de los ganadores son reveladoras. Mateu Grimalt, armador del Micanga, expresó con humor: “Si hay condiciones navegamos; si no, nos vamos al bar”. Por su parte, Jordi Cabau, del Sonata, lamentó que “el calor ha sido tremendo” y deseaba que la competición hubiera tenido más acción. Y es que no hay nada como competir para encender esa chispa entre equipos.
Aunque hoy el viento faltó a la fiesta de la vela mallorquina, eso no impidió que todos disfrutaran del evento. Y aunque algunos barcos se quedaran sin navegar este año, ya están pensando en volver para intentar conquistar las aguas nuevamente.