El pasado fin de semana, Sineu fue el escenario de una emocionante jornada ciclista que dejó a todos los asistentes sin aliento. Después de la intensa carrera en Llubí, los ciclistas se enfrentaron a un circuito llano de 1.200 metros que, aunque parecía sencillo, exigía un ritmo vertiginoso. Y vaya si lo lograron: en la Primera Categoría se alcanzó una media superior a los 40 km/h.
Una batalla sobre ruedas
Organizada por la Agrupació Ciclista Sineu, esta competición no solo contemplaba ocho carreras para diversas categorías, sino que además incluía bonificaciones que resultaron decisivas para determinar quiénes subirían al podio. Con 50 giros por delante y bajo el calor asfixiante, los corredores debieron completar 60 kilómetros, lo que hizo que cada vuelta se sintiera como una verdadera prueba de resistencia.
Desde el inicio, Jordi Artigues intentó romper las cadenas del pelotón con varias escapadas; sin embargo, todas fueron rápidamente neutralizadas. A medida que avanzaban las vueltas, la tensión aumentaba y el grupo se fue desintegrando hasta quedar solo siete valientes en contienda. Los esprints bonificados cada diez vueltas mantuvieron a todos alerta, siendo Fran Bennassar quien destacó en cada uno de ellos.
Finalmente, en un último esprint decisivo, Bennassar cruzó la meta primero y así logró subirse a lo más alto del podio. Alejandro Gómiz llegó justo después pero las bonificaciones le jugaron una mala pasada relegándolo al tercer puesto; mientras Xavi Cañellas ocupaba un meritorio segundo lugar. El resto del grupo llegó con el mismo tiempo: 1:28:40. Entre ellos estaban nombres conocidos como Jordi Artigues y Marc Roca.
Aunque los hombres dominaron gran parte del evento, las féminas también hicieron su aparición estelar. En la tercera categoría compitieron nada menos que 34 participantes, destacando Miguel Perelló y Miguel Juan Adrover quienes protagonizaron una lucha feroz hasta el final.
Pese a las caídas y contratiempos técnicos, el espectáculo continuó regalando emociones hasta el último instante. La entrega de trofeos al finalizar este maratón sobre dos ruedas fue simplemente la guinda del pastel para cerrar un día lleno de adrenalina y esfuerzo colectivo.