El pasado sábado, el Real Club Náutico de Palma (RCNP) vivió una noche mágica al conmemorar su 77 aniversario. Más de 500 socios e invitados se dieron cita en la terraza principal, donde el ambiente festivo y la camaradería se respiraban a cada rincón. Desde 1998, esta cena ha sido el corazón del programa social del club, y este año no fue la excepción.
Una velada llena de emociones
A las 19.30 horas, la Coral del RCNP, bajo la dirección del maestro Xisco Bonnín, deleitó a los presentes con una selección musical que sirvió como prólogo para una noche repleta de recuerdos y logros. El presidente del club, Rafael Gil, no pudo contener su entusiasmo al compartir lo que han conseguido este año: dos campeonatos del mundo y tres europeos en vela, además de otros subcampeonatos en piragüismo. “Estos son logros que nos colocan entre los clubes más importantes a nivel internacional”, afirmó con orgullo.
No solo se habló de deportes; también hubo espacio para reflexionar sobre la comunidad. Rafael destacó cómo el RCNP se ha convertido en un punto de encuentro vibrante, lleno de actividades que atraen a los socios: conciertos, encuentros gastronómicos y exposiciones son solo algunas propuestas que han tenido una gran acogida. “El RCNP es hoy un lugar vivo y conectado con su entorno”, expresó.
Surgieron también preocupaciones sobre el futuro del club, especialmente en relación a la renovación de la concesión de la dársena ocupada desde 1948. “Confiamos en que la justicia nos apoyará para continuar nuestro legado basado en el servicio público y el respeto por el mar”, añadió Rafael con determinación.
No podemos olvidar recordar que este club no es solo un edificio; es parte esencial del patrimonio marítimo e histórico de Mallorca. Con más de 1.100 niños participando este año en sus programas náuticos, está claro que el RCNP sigue siendo una puerta abierta al mar para todos.
“La mejor manera de celebrar estos 77 años es mirar hacia adelante con ilusión y unidad”, concluyó Rafael Gil. Con esa energía palpable en el aire, quedó claro que este club no solo es importante para sus socios; es un tesoro colectivo que merece ser defendido y cuidado por todos nosotros.