En la primera edición de la exigente Andorra Morabanc Clàssica, el ciclista murciano José María García se convirtió en el protagonista indiscutible. Desde los primeros compases, con Álvaro Sagrado lanzando un primer ataque, el ambiente era eléctrico. El pelotón, agrupado pero ansioso, se enfrentaba al largo y complicado ascenso a Envalira.
A medida que avanzaban los kilómetros, cinco valientes ciclistas, entre ellos nuestro héroe García, se alejaron del grupo principal. Después de una serie de contraataques que mantuvieron a todos al borde del asiento, ocho corredores formaron la escapada del día. Con un José María muy fuerte, llegó primero al Port d’Envalira (HC), dejando claro que su ambición no conocía límites.
El desafío continúa
Sin embargo, no todo fue fácil. A medida que el pelotón aumentaba su ritmo en las rampas del Coll d’Ordino, la escapada comenzó a deshacerse. Pero allí estaba otra vez él: un decidido José María coronó primero el segundo ascenso del día, demostrando que estaba en plena forma.
Pese a sus esfuerzos heroicos, los favoritos no tardaron en neutralizar su fuga al pasar por Andorra la Vella. No obstante, García resistió con los mejores durante unos kilómetros más y terminó siendo el mejor clasificado de su equipo en esta cita donde finalmente ganó el danés Skjelmose, mientras que Enric Mas se coló tercero.
«Nuestro objetivo era estar en la fuga», comentó un satisfecho García tras cruzar la línea de meta. «Hemos estado concentrados varios días en altura y tanto Sagrado como yo decidimos buscar la fuga desde el inicio. Él lo intentó primero y cuando le atraparon, arranqué yo y me uní a otros corredores». Y para terminar añadió: «Me he sentido bastante bien en Envalira y Ordino; llevarme el premio de montaña es un impulso muy importante para mí y para el equipo. Ahora toca descansar y preparar los Campeonatos de España».