La historia de Jordi Cáceres es un viaje fascinante que ha llevado a este joven mallorquín a convertirse en el nuevo campeón de Europa en Solo Libre. Con apenas 19 años, Jordi ha logrado una hazaña impresionante que recuerda a leyendas como Marga Crespí. Su éxito reciente en Funchal, Madeira, no es más que el resultado de una serie de casualidades y decisiones afortunadas que lo han llevado hasta aquí.
Una vida entre la piscina y el baile
Nacido el 24 de agosto de 2004 en Palma, Jordi tiene raíces peruanas; su padre proviene de Puno. Desde pequeño, su madre lo apuntó a natación pura, pero también se dejó llevar por su amor por la danza clásica y el claqué. Estas experiencias le dieron no solo agilidad, sino también una base sólida para adaptarse rápidamente al exigente mundo de la natación artística. En su camino inicial, el club Mediterránea se convirtió en su segundo hogar, donde aprendió y creció bajo los mismos estándares que hicieron brillar a Marga Crespí.
Hoy día, Jordi entrena intensamente en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat (Barcelona), compaginando su dedicación al equipo nacional con sus estudios universitarios. Durante la pandemia del 2020, se dio cuenta del potencial que tenía en este deporte y comenzó a destacar rápidamente. Con un puñado de medallas internacionales ya colgando del cuello –incluyendo un bronce en el Mundial júnior celebrado nada menos que en Lima–, está claro que estamos ante una estrella en ascenso.
Aunque muchos ven las competiciones como un simple evento deportivo, para Jordi son escalones hacia un sueño mayor: reafirmar la presencia masculina dentro del programa olímpico. El oro continental conseguido recientemente es solo una pieza más del rompecabezas que podría culminar con grandes éxitos futuros.
A medida que se acerca el Mundial programado para julio y otras competencias clave como Singapur, la historia de Jordi Cáceres continúa escribiéndose con tinta dorada. Su recorrido es inspirador y nos recuerda que detrás del éxito hay trabajo duro y pasión desbordante.