Imagina tener el valor de nadar 3.800 metros, recorrer 180 kilómetros en bici y, para rematar, hacer una maratón de 42 kilómetros y 195 metros. Suena a locura, ¿verdad? Pero eso es exactamente lo que ha logrado Bernat Xamena, un atleta y músico decidido a dar visibilidad a quienes padecen ELA y Alzheimer.
Su travesía comenzó un jueves soleado en Formentera, continuó el viernes en Eivissa, siguió el sábado en Menorca, y el domingo, tras un viaje en barco hacia el Port d’Alcúdia, se lanzó al agua a las seis de la mañana. A solo hora y media de haberse zambullido, ya estaba pedaleando por los municipios de la isla hasta llegar a su querido Porreres, donde nació hace casi cinco décadas.
Cruzando metas por una causa mayor
No fue fácil; se detuvo brevemente para recuperar fuerzas antes de calzarse las zapatillas para la última maratón. Y finalmente, a las 19:11 horas, cruzó la meta colocada junto a la Oficina de Turismo del Ajuntament de Palma, donde le esperaban caras familiares: desde la presidenta del Govern, Marga Prohens, hasta amigos cercanos y representantes de asociaciones que luchan día tras día contra estas enfermedades devastadoras.
Agradecido pero exhausto, Bernat compartió sus sentimientos con nosotros: «Estoy muy contento y satisfecho con cómo ha ido todo. Ha habido momentos difíciles; dormir poco entre islas no fue fácil y el calor apretaba. Pero este reto era más que deportivo; era un grito por aquellos que sufren». Las palabras de Prohens resonaron entre los presentes: «Se ha superado a sí mismo y ha llevado la bandera de la solidaridad». Mientras tanto, Cati Rigo resaltó la necesidad de seguir haciendo visible esta lucha no solo en Mallorca sino también en otras islas. Un verdadero ejemplo de unidad ante adversidades.