La historia de Sebastià Rico, presidente de la Federación Balear de Patinaje, da un giro inesperado. La Direcció General d’Esports del Govern Balear no puede proceder a su inhabilitación debido a que la condena que pesa sobre él aún no es firme. Esta decisión llega tras una sentencia emitida por la sección primera de la Audiencia Provincial, donde se le impuso una multa de 11.970 euros y una inhabilitación de diez años. Pero aquí está el detalle: ¡Rico tiene planes de recurrir!
Un proceso lleno de sombras
A sus 74 años, este hombre ha estado al mando de la federación desde 1984 y ahora enfrenta serias acusaciones. Varios testimonios han salido a la luz; tres jóvenes entre 18 y 22 años han denunciado abusos sexuales continuados, aunque el tribunal determinó que no hubo contacto físico directo. En su lugar, los comentarios obscenos que recibió como parte del entorno laboral fueron suficientes para dar forma a esta condena.
Es fundamental entender que bajo la nueva Llei de l’Activitat Física i l’Esport aprobada en las Illes Baleares en 2023, hay una cláusula clara: ocupar un puesto directivo en una federación deportiva es incompatible con haber sido sancionado o condenado por delitos relacionados con salud, violencia o integridad personal. Sin embargo, esta normativa solo se activa cuando hay una resolución firme.
Desde la Direcció General d’Esports, están vigilantes ante el desarrollo del caso, pero son conscientes de que los recursos legales pueden alargar esta situación indefinidamente. ¿Qué significa esto? Que mientras Sebastià Rico siga luchando legalmente por su posición, su futuro como presidente queda en el aire, al igual que el destino del deporte balear.