La tensión se siente en el aire mientras Ingo Volckmann, el carismático empresario alemán y presidente del Atlético Baleares, se encuentra en Riad, Arabia Saudí. Hoy es un día especial; está a punto de vivir lo que él mismo ha llamado ‘el combate de su vida’. En esta ocasión, es el cubano William Scull, al que ha apoyado durante años, quien se enfrenta a la estrella mexicana Canelo Álvarez. La pelea genera una expectativa tremenda y comenzará a las 6:00 de la mañana del sábado al domingo en Riad (05:00 hora española), todo para adaptarse al prime time estadounidense.
Un camino lleno de desafíos y ambiciones
Volckmann no es ajeno al mundo del boxeo; lleva años involucrado y tiene un equipo de boxeadores entrenando en la isla. Ahora, con Scull como campeón del mundo, la presión aumenta. Con un impresionante récord de 23 victorias y ninguna derrota -¡nueve por nocaut!- Scull quiere demostrar su valía ante los ojos del mundo. Este evento no solo representa una oportunidad única para él, sino que también pone en juego los tres títulos mundiales de Álvarez (WBC, WBA y WBO). Si gana, Canelo podría convertirse por segunda vez en campeón indiscutido del supermedio.
Canelo Álvarez no se ha quedado callado; durante una conferencia previa a la pelea, lanzó un mensaje claro: “Lo único que se comerá este sábado será mi puño derecho”. Unas palabras contundentes dirigidas a Scull, quien cumplirá 33 años el próximo 6 de junio y ostenta el título por la Federación Internacional de Boxeo (FIB). Este combate marca un hito para ambos luchadores; Canelo busca recuperar su estatus tras perder el cinturón FIB hace unos años por negarse a pelear con Scull.
A pesar de los rumores y las provocaciones que suelen fluir antes de cada pelea, Canelo sabe que enfrentarse a alguien como Scull será diferente. “Cuando suben al ring conmigo, sienten algo distinto”, asegura Álvarez. Por su parte, Scull tiene claro su objetivo: “Huí de Cuba y crucé fronteras para llegar hasta aquí. No me importa lo que digan; voy a pelear con calma y estrategia.” Con ambos boxeadores cargados de motivación e historia personal detrás, este combate promete ser mucho más que una simple pelea dentro del cuadrilátero.