En el Gran Premio de Abu Dhabi, Fernando Alonso se ha convertido en el epicentro de atención. Con un ambiente electrizante y una batalla que promete ser épica entre Verstappen, Norris y Piastri, el asturiano no ha podido evitar comentar cómo seguirá la competición. «Lo veré por la tele como todo el mundo», decía con una sonrisa mientras se preparaba para subir a su coche.
Un año para recordar
Este es un momento crucial en su carrera, ya que Alonso se ha hecho un nombre al ser el primer piloto que logra hacer pleno en clasificación con sus compañeros de equipo durante tres décadas distintas. Tras salir de la qualy en Abu Dhabi, los periodistas le lanzaban preguntas curiosas sobre su longevidad en la Fórmula 1. «Sorpresa, sorpresa», contestaba con picardía.
Pero lo más relevante para él no son solo los números. Reconoce que este año tiene un valor especial para él. «Hay cosas que son difíciles de explicar, ni quiero que nadie intente entenderlo porque sería en vano». Sus palabras reflejan un profundo respeto por lo vivido en las pistas y una satisfacción personal poco común.
Preguntado sobre su relación con otros pilotos durante las sesiones libres, admitió haber ayudado a Verstappen y Piastri dándoles rebufos estratégicos: «Son monedas que vas echando para luego ganar créditos». Sin embargo, sabe que eso no significa que sea un juez imparcial en esta contienda; él mismo reconoce que su coche no está a la altura para pelear por podios.
Fernando dejó claro que están lejos de competir al máximo nivel: “En Abu Dhabi tenemos curvas lentas donde nuestra posición no nos ayuda”. Aun así, sonríe al recordar lo feliz que está al volante y cómo disfruta del espectáculo desde las pantallas gigantes alrededor del circuito.
Finalmente, reflexionando sobre sus favoritos para el Mundial, subrayó: «No hay favorito claro», dejando claro que esta lucha va más allá de simplemente mirar posiciones; cada carrera trae consigo nuevas sorpresas e incertidumbres.

