En el Gran Premio de Abu Dhabi, Lewis Hamilton se encontró una vez más con la dura realidad del automovilismo. A falta de 27 minutos para que concluyeran los Libres 3, el piloto británico vio cómo una parte trasera de su Ferrari se rompía y lo mandaba directo contra el muro en la curva 9. ¡Menuda forma de certificar un ‘annus horribilis’! La bandera roja ondeó inmediatamente mientras Hamilton, impotente, se quedaba fuera de combate.
El doloroso final de una temporada complicada
Este tipo de averías son el pan nuestro de cada día en la Fórmula 1, pero eso no hace que sea más fácil lidiar con ellas. Para Hamilton, este final de temporada ha sido un verdadero desastre; cada carrera trae consigo una nueva preocupación y la confianza en su coche es casi nula. Tras chocar, los lamentos resonaron en el equipo: algo se había partido en la zaga del SF-25.
Por suerte, el piloto salió ileso y pudo ver cómo retiraban su coche. Tras unos momentos de tensión, la sesión continuó, aunque todos sabían que esta situación podría darse nuevamente durante la carrera. Y así es como se vive la adrenalina del circuito: un segundo estás luchando por tu lugar y al siguiente te ves tirado contra un muro. Sin duda, Hamilton ha tenido que aprender a levantarse con dignidad ante cada golpe esta temporada.

