En el vibrante Gran Premio de Las Vegas, Max Verstappen no pudo resistir la tentación de lanzar un dardo a su rival Lando Norris tras una salida accidentada que le dio la victoria. Con una sonrisa pícara, el piloto neerlandés comentó: «Él iba mirando los espejos en lugar de la frenada, muchas gracias». Y es que esa maniobra le permitió hacerse con el liderato y mantenerlo hasta el final.
Verstappen y su lucha constante
A pesar de tener 42 puntos de ventaja en la clasificación, Verstappen sigue pisando a fondo, decidido a pelear hasta la última vuelta del campeonato en Abu Dhabi. “El primer tramo fue bastante parejo, pero hemos gestionado bien las cosas”, decía satisfecho después de cruzar la meta. La comunicación con su equipo y una acertada estrategia con neumáticos duros jugaron a su favor.
Cuando se le pregunta sobre sus expectativas para el campeonato, Max es cauteloso: “Voy carrera a carrera porque la diferencia es grande; no quiero estresarme por ello”. Aunque reconoce que necesita un poco más de suerte para cerrar la temporada con broche dorado, también enfatiza lo importante que es disfrutar cada fin de semana. De hecho, al recordar su reciente victoria en Austin, no oculta que se siente cómodo compitiendo en Estados Unidos.
“No sé cómo nos irán las próximas pistas”, confiesa mientras mira hacia adelante. Aunque está contento con ser segundo detrás del líder Piastri, parece tener claro que lo más importante ahora es seguir acumulando consistencia y disfrutar del proceso. “Hemos tenido una gran evolución durante esta temporada; ya era hora”, reflexiona Verstappen antes de despedirse.

