En el bullicioso Gran Premio de Las Vegas, Lewis Hamilton no pudo ocultar su frustración. A pesar de que logró un octavo puesto en la carrera, sus palabras resonaron con una sinceridad desgarradora. ¿Cómo es posible que un piloto con 105 victorias y siete títulos mundiales esté atravesando su peor temporada? La respuesta está en su propia voz. Un año atrás, disfrutaba de una remontada impresionante, pero hoy la historia es muy diferente.
Un año para olvidar
El británico dejó claro que ha tocado fondo. “Me siento fatal”, confesó tras la carrera. “No importa cuánto lo intente, esto solo va a peor”. Es difícil ver a un campeón lidiar con problemas tan serios al volante del Ferrari, un coche que debería ser competitivo pero que parece no responder a sus exigencias. En esta ocasión, Hamilton empezó bien, pero se estancó detrás de los Haas y cometió errores cruciales.
Lo más doloroso para él fue ver cómo otros pilotos como Antonelli alcanzaban el podio sin complicaciones mientras él luchaba por conseguir puntos. “¿Por qué Antonelli tenía la estrategia perfecta y nosotros no?”, se preguntó, lanzando una crítica sutil hacia su equipo mientras buscaba respuestas.
La situación actual es insostenible: su récord frente a Leclerc es alarmante. Con 16-3 en carreras y 17-5 en clasificaciones a favor del monegasco, las comparaciones son desoladoras. Este es un momento complicado para Hamilton y todos estamos ansiosos por ver si puede encontrar algo positivo en medio de esta tormenta.

