En el Gran Premio de Brasil, Max Verstappen dejó una huella imborrable en la historia de la Fórmula 1. A pesar de que su camino hacia el título se ha complicado, el neerlandés regaló uno de esos momentos que quedan grabados en la memoria de los aficionados. Con el trofeo del tercer puesto bajo el brazo y una sonrisa que no podía ocultar, Verstappen volvió a demostrar por qué es un gigante en este deporte.
Una carrera para recordar
Aquella mañana en Brasil, Max salió desde el pit-lane tras recibir una penalización y, aunque sufrió un golpe durante una resalida que le hizo pinchar, eso no lo detuvo. Con su habitual determinación y un ritmo espectacular, comenzó a avanzar posiciones como si estuviera en una partida de ajedrez donde cada movimiento contaba. Su maniobra más impresionante fue cuando superó a George Russell por fuera; ¡qué espectáculo! El propio Antonelli quedó asombrado y comentó: ‘No sabía de dónde venía ese tío’.
‘Solo iba a tope’, confesó Verstappen tras cruzar la línea de meta. Aunque él mismo reconoce que la lucha por el campeonato se ha complicado al estar a 49 puntos detrás de Lando Norris, su espíritu competitivo sigue intacto. ‘Nunca nos rendimos’, añadió con esa chispa que lo caracteriza.
Colapinto, quien vivió la carrera desde dentro, apuntó con humor: ‘Si estás a la cola solo sufres… salvo que seas él’. Y así es como muchos ven a Max: alguien capaz de hacer lo imposible.
Cerrando esta emocionante jornada, Verstappen admitió haber tenido un coche más receptivo gracias a los ajustes realizados. Sin embargo, también reconoció que las cosas no siempre salen como uno espera: ‘Llegué hasta Kimi y las ruedas se sobrecalentaron; perdía todo el grip’. Aún así, lo logrado ese día lo coloca al lado de leyendas como Vettel o Hamilton quienes también supieron remontar desde situaciones complicadas hasta alcanzar el podio.

