En el corazón de Portugal, en el Circuito de Estoril, Marco Tapia ha demostrado una vez más por qué es un referente en el Campeonato Nacional de Superbike. El mallorquín, con su característico estilo y determinación, se llevó la victoria no solo en una carrera, sino en ambas del fin de semana. Desde los primeros entrenamientos se notó que estaba en otro nivel; era evidente que tenía algo especial guardado para este evento.
Dominio absoluto
Con un tiempo impresionante en la clasificación que le permitió salir desde la pole position, Tapia dejó claro que iba a ser difícil detenerlo. Casi medio segundo de ventaja sobre el siguiente clasificado habla por sí mismo; eso no es casualidad, es pura habilidad. En la primera carrera, arrancó como un cohete y rápidamente se escapó, cruzando la línea de meta con una diferencia abrumadora de 9.4 segundos frente a Pedro Alomar.
El domingo prometía ser igual de emocionante y, efectivamente, Tapia volvió a hacer lo suyo desde la primera vuelta. Marcó un ritmo imbatible que dejó al resto luchando por seguirle el paso. Con una vuelta rápida cronometrada en 1:40:692, completó un fin de semana perfecto.
Con este gran premio bajo su brazo, Marco suma 50 puntos que lo colocan al frente de la clasificación general. Ahora todos los ojos están puestos en Jerez del 8 al 10 de noviembre; será allí donde se decida todo. ¿Quién puede detener a este fenómeno? La emoción está servida.