La ciudad condal vibró anoche con la inauguración de un lugar único. En la calle Diputació 303, el Prima Pramac Yamaha dio la bienvenida al primer Atelier Alpine del planeta. Una fusión entre motos y coches que prometía ser algo más que una simple presentación; era una celebración, un homenaje a los 70 años de historia de Alpine.
Un espacio donde la pasión se encuentra con la innovación
Con música en directo y aficionados entregados, el evento no decepcionó. Thibaud Vincent-Genod, director de marketing de Alpine España, no podía ocultar su entusiasmo mientras anunciaba futuras aperturas en Londres, París y Milán. Pero hoy, el foco estaba en Barcelona. Aquí es donde comenzó todo.
Paolo Campinoti, propietario del equipo de MotoGP, compartió su orgullo: “Estar con Alpine es un honor, pero también una gran responsabilidad”, afirmaba mientras miraba a su alrededor. Este año ha sido clave para ellos; tras cambiar de Ducati a Yamaha están listos para seguir creciendo.
Los pilotos Jack Miller y Miguel Oliveira tuvieron la oportunidad de probar uno de los vehículos por las calles barcelonesas. “¡Me encantaría conducirlo más tiempo!” coincidieron ambos, llenos de adrenalina y risas. Pero lo mejor llegó cuando comenzaron a bromear sobre quién ganaría en una carrera entre ellos: “En coches te ganaría yo”, lanzaba cada uno con picardía. “Si no piensas que vas a ganar…” bromeaba Oliveira.
Miller sorprendió confesando su amor por las 24 Horas de Le Mans: “Preferiría ganar allí antes que en Fórmula 1”. Así son ellos; competidores feroces pero también amigos que saben disfrutar del momento.
En definitiva, una noche mágica donde el rugido de los motores se mezcló con risas y camaradería. Con este nuevo Atelier, Barcelona se convierte en un punto caliente para los amantes del motor.