El destino parece tener una especial predilección por jugarle malas pasadas a Kimi Antonelli en su tierra. El joven piloto, que se había preparado con tantas ganas para el GP de Italia, ya arrastraba un historial poco afortunado en este circuito. Recordemos que el año pasado, durante los libres en Monza, su debut fue abruptamente interrumpido tras un accidente en la famosa Parabólica. Y como si eso no fuera suficiente, este año dejó la carrera de Imola debido a una rotura de motor después de una calificación desastrosa donde quedó 13º.
Un nuevo tropiezo en Monza
Hoy, al comenzar los Libres 2, la historia se repitió. Kimi se fue largo en la segunda curva de Lesmo, un tramo técnico y veloz que le jugó una nueva mala pasada. Aunque el Mercedes no sufrió daños visibles, el contratiempo impidió que pudiera probar tandas largas y ahora sale un tanto a ciegas para la carrera del domingo. Lo único que puede hacer es confiar en lo que haga su compañero George Russell, quien le triplica en puntos con sus 184 frente a los 64 acumulados por Antonelli esta temporada.
Aunque es normal sentir cierta decepción al ver cómo va su primer año en F1 -un viaje lleno de altibajos-, Kimi tiene la experiencia de haber rodado cientos de vueltas aquí desde categorías inferiores. Por eso resulta difícil entender cómo ha llegado hasta aquí sin poder brillar ante su público. La presión está ahí y todos queremos ver al chico de Bolonia levantarse y demostrar todo lo que vale.