Izan Guevara Bonnín, el joven piloto palmesano, se encuentra en un momento clave de su carrera. Con apenas 19 años y en su tercera temporada en Moto2, este talentoso corredor ha dado un salto hacia adelante tanto en lo personal como en lo deportivo. Ahora, formando parte del equipo Pramac Yamaha (Boscoscuro), no oculta sus ganas de volver a pisar el podio y demostrar que es un competidor serio, recordando su título mundial en Moto3 en 2022.
Un Balance Entre la Esperanza y la Realidad
Al hacer balance de la temporada tras pasar el ecuador del Mundial, Izan nos dice: «No es ni positivo ni negativo». Aunque reconoce que los resultados no han sido los esperados, se siente satisfecho con las condiciones que tiene su moto y cómo han estado compitiendo por las primeras posiciones. Sin embargo, también es consciente de que debe esforzarse aún más para competir contra los gigantes del circuito.
Su adaptación a la Boscoscuro ha sido rápida y eficaz; se sintió cómodo desde los primeros tests. Pero no todo ha sido fácil: «Kalex ya nos sacaba unas seis décimas», confiesa con sinceridad. A medida que han pasado las carreras, Izan ha ajustado su estilo de pilotaje para sacar el máximo provecho a la moto. Consciente de sus puntos débiles, afirma: «Lo que más me cuesta es girar».
Afrontando una competencia reñida entre españoles como Manu González y Aron Canet por el título, Izan apuesta por sus compatriotas pero mantiene claro su objetivo personal: entrar entre los diez primeros de la general y luchar por ese codiciado podio. Se siente cercano a alcanzar esa meta después de varios quintos y sextos puestos esta temporada.
Izan también mira al futuro con optimismo; sabe que cada carrera puede traer sorpresas y está ansioso por probar suerte en circuitos como Barcelona o Misano. Con planes claros para quedarse en Moto2 hasta 2026, este joven no solo aspira a ser un buen piloto sino también a ser un referente dentro del deporte.
En cuanto a otros pilotos como Joan Mir, Izan muestra empatía ante las dificultades: «Es joven y tiene talento; cuando todo cuadre volverá a estar arriba». Y sobre Marc Márquez añade con respeto que nadie duda del dominio aplastante del campeón.
Para él, cada carrera es una oportunidad para crecer y evolucionar. Su deseo ardiente es claro: pelear por ese podio porque sabe que puede hacerlo.
Pero si eso no sucede? Como bien dice: hay mucho por valorar al final de esta emocionante segunda mitad de temporada.