En el corazón del Gran Premio de Austria, Diogo Moreira se alzó como el gran protagonista de la carrera de Moto2 en el icónico Red Bull Ring. Mientras tanto, Manu González tuvo que enfrentarse a un doloroso KO técnico que lo dejó fuera de la lucha. Una jornada marcada por emociones encontradas y giros inesperados.
Un día soleado con sorpresas en pista
Con un clima cambiante que alternaba entre sol y nubes, los pilotos tomaron la salida bajo un ambiente caldeado por los 36 grados del asfalto. Holgado partió desde la pole y mantuvo el liderato hasta que la frenada trajo consigo una serie de incidentes; tanto Vietti como Manu se vieron obligados a abandonar momentáneamente la pista, dejando a Moreira en una posición privilegiada al colocarse segundo.
A medida que avanzaba la carrera, las emociones se intensificaban. En un momento crítico, varios pilotos tuvieron que sortear caídas y problemas mecánicos. El choque entre Alonso López y Senna Agius fue especialmente preocupante; aunque ambos pudieron levantarse, las consecuencias para otros competidores fueron fatales. Afortunadamente, Moreira pudo aprovechar la situación al utilizar esas zonas verdes para adelantar a Holgado.
Sin embargo, lo peor estaba por llegar para Manu González. Un problema técnico lo relegó rápidamente del cuarto al décimo cuarto puesto. “Son cosas que pasan”, lamentaba después de la carrera mientras miraba con impotencia cómo otros pilotos le superaban tras un golpe en su radiador causado por una piedra maldita.
A pesar de los contratiempos, Moreira no perdió el ritmo y continuó liderando junto a Holgado y Vietti en una batalla constante por los primeros puestos. Finalmente, cruzó la línea de meta llevándose su primera victoria en Moto2 mientras celebraba con entusiasmo junto a su equipo; incluso dedicando su triunfo a Alsina con orgullo: “Siempre estaba entrenando conmigo”, recordó emocionado.
Por otro lado, Holgado sonreía también tras conseguir un podio significativo: “El trabajo está dando sus frutos”, decía agradecido hacia su equipo. La jornada dejó claro que el campeonato sigue abierto y lleno de posibilidades para todos los protagonistas.