El GP de Austria ha sido testigo de un momento muy especial: Valentín Perrone, el joven piloto argentino, se ha alzado con la pole position en una jornada llena de emociones. Este novato hispano-argentino ha demostrado que no hay que subestimar a nadie y menos en casa de KTM, su equipo. Pero no todo es alegría, ya que Rueda, el líder del campeonato, tendrá que conformarse con una discreta octava posición.
Un día lleno de sorpresas y retos
Las condiciones eran perfectas para correr; el sol brillaba entre algunas nubes y las temperaturas rondaban los 25 grados. Sin embargo, no todos los pilotos empezaron la jornada con buen pie. Vicente Pérez sabía que tenía una sanción esperándole por haberse caído bajo bandera amarilla, así que ya había asumido el reto antes incluso de salir a pista.
La primera ronda fue intensa pero sin los grandes nombres del circuito, quienes ya habían hecho sus deberes el día anterior. En cambio, otros como Carraro y Roulstone luchaban por pasar a la siguiente fase. Pero lo más llamativo fue ver cómo Riccardo Rossi se accidentaba en la curva 3 y perdía toda oportunidad de destacar.
A medida que avanzaba la segunda tanda, Perrone comenzaba a brillar. Con apenas 17 años y su primera pole en el Mundial bajo el brazo, dejó claro que está aquí para quedarse. Con un tiempo espectacular, logró superar a Piqueras por apenas 46 milésimas y convertirse en el noveno piloto diferente en conseguir esta hazaña esta temporada.
La lucha sigue abierta para todos, pero hoy es indudablemente un gran día para Perrone. Mientras algunos celebran sus victorias personales, otros tendrán que reflexionar sobre lo ocurrido; porque esto es Moto3: emocionante hasta el último segundo.