Cuando hablamos de sueños y ambiciones, a veces la vida nos lanza un golpe inesperado. Así fue como en 2020, Marc Márquez, el gran campeón, se encontró con su propio destino tras una caída que cambiaría su trayectoria. Desde la 16ª posición, luchó hasta llegar a la tercera, pero el asfalto le mostró lo cruel que puede ser el motociclismo. En un arrebato de valentía, regresó demasiado pronto a la pista mientras lidiaba con una fractura del húmero derecho. Ese instante marcó uno de los puntos más oscuros de su carrera.
Han pasado cinco años desde entonces y el número 93 ha tenido que enfrentarse a retos inimaginables en hospitales y circuitos. Sin embargo, ese sacrificio le ha llevado a un nuevo comienzo en Ducati. Aunque algunos criticaron la decisión del brillante Gigi Dall’Igna, ahora esos murmullos se han apagado ante la impresionante actuación de Márquez este año. ¡Y vaya si está dejando huella! Con su novena sinfonía en curso, parece estar escribiendo una historia digna de leyenda.
Un Año para Grabar en la Memoria
En lo que va de temporada, Marc ha acumulado 8 victorias, 7 poles y 11 Sprints ganados. Y aún quedan 10 grandes premios por delante. Con 96 triunfos en total, sus ojos están fijos en alcanzar a gigantes como Valentino Rossi (115) y Giacomo Agostini (122). Pero antes debe empatar esos nueve títulos con El Doctor, un desafío que ya siente cerca.
Aunque ha sufrido mucho para llegar hasta aquí, cada lágrima derramada ha hecho de él un competidor más fuerte. A sus 32 años —mientras Rossi se retiró con 42— todavía tiene mucho por conquistar. El futuro es incierto pero prometedor; pocos pueden ponerlo contra las cuerdas. Y no olvidemos a su compañero Bagnaia: Marc no cederá ni un segundo hasta asegurarse de mantenerlo atrapado en su propia pesadilla competitiva.