La temporada 2025 no está siendo un camino de rosas para Aston Martin. Fernando Alonso, un piloto que siempre se ha caracterizado por su fiabilidad, ha tenido que lidiar con una racha de ocho grandes premios sin sumar ni un solo punto. Pero, como en todo deporte, a veces hay luces al final del túnel. En Hungría, la escudería logró un respiro al conseguir un quinto puesto con Alonso y un séptimo con Lance Stroll, lo que les permitió sumar 16 puntos en total y encarar las vacaciones con algo de optimismo.
Mirando hacia el futuro
Andy Cowell, el CEO del equipo británico, no oculta su descontento con el presente pero se aferra a la esperanza del año próximo. El nuevo reglamento de 2026 les abre una puerta a nuevas oportunidades. Con la llegada de Honda y nuevos talentos en su departamento técnico, como el renombrado Adrian Newey, están apostando fuerte por el futuro. Sin embargo, la ausencia de Newey se siente profundamente este año; muchos creen que si él hubiera estado trabajando en el coche de 2025 desde marzo, las cosas serían diferentes.
«Este año es complicado porque estamos compitiendo y queremos tener el coche más rápido. Estoy convencido de que si Newey hubiera puesto su empeño aquí desde el inicio, hoy estaríamos mejor posicionados», confiesa Cowell. Y esa falta de resultados pesa sobre todos ellos.
Alonso también siente esa presión. A sus 44 años, sigue soñando con podios y victorias antes de colgar los guantes. «El AMR25 nunca ha sido su prioridad desde que llegó», dice Alonso sobre Newey. A pesar de todas las dificultades y cambios en la escudería, sigue viendo luz al final del túnel gracias al trabajo meticuloso del diseñador estrella.
En definitiva, Aston Martin mira hacia adelante con expectativas renovadas para 2026 mientras asimilan las lecciones duras del presente.