La Fórmula 1 es un mundo de luces y sombras, y hoy nos encontramos con una historia que nos toca el corazón. Pierre Gasly, quien fue compañero de Yuki Tsunoda en sus primeros pasos, ha decidido tenderle la mano a su amigo japonés en uno de los momentos más difíciles de su carrera.
Desde que Yuki subió al ‘RB21’ durante el Gran Premio de Japón, las cosas no han sido nada sencillas. Solo ha conseguido sumar siete puntitos en su cuenta personal, tres de ellos en un sprint que parece más una anécdota que un logro real. Este último GP de Hungría fue otro golpe duro: cruzó la meta en 17ª posición y acumuló su séptimo cero consecutivo. Una racha que duele.
Pierre al rescate
Aquí es donde entra Pierre Gasly, quien sabe lo que es lidiar con la presión del equipo Red Bull. En una reciente charla con ‘RN365’, no dudó en compartir que ayudar a Yuki no es fácil: “Sé algunas cosas que no se pueden decir”, afirmó con esa sinceridad que tanto le caracteriza. La relación entre estos dos pilotos va más allá del asfalto; se fraguó durante sus días juntos en AlphaTauri, donde aprendieron a apoyarse mutuamente frente a las adversidades.
Pierre reconoce lo complicado que puede ser estar bajo esa luz intensa: “Intentas hacer lo mejor para el equipo, pero hay momentos donde todo lo planeado se desvanece”. Sin embargo, él está decidido a ser ese amigo y mentor que Yuki necesita ahora mismo. “Es importante dialogar y encontrar soluciones juntos”, remarcó mientras dejaba claro que la responsabilidad última recae sobre ambos: el piloto y el equipo.
No obstante, la incertidumbre acecha desde Red Bull. Helmut Marko ya dejó caer algunas palabras inquietantes sobre el futuro del piloto japonés: “Estamos observando rendimientos positivos y negativos”. La sombra del despido asoma si las cosas no cambian pronto.
Toda esta situación nos recuerda cómo este deporte puede ser despiadado, pero también resalta la importancia de tener compañeros como Pierre Gasly dispuestos a luchar codo con codo cuando las cosas se ponen feas.