En el mundo del motociclismo, pocas cosas son tan emocionantes como una carrera donde las rivalidades se forjan en cada vuelta. Maverick Viñales, quien ha estado en el ojo del huracán tras sus recientes declaraciones, no se ha mordido la lengua al hablar sobre la figura imponente de Marc Márquez. En su análisis, afirmó que antes tenía que apretar al máximo con la Honda, mientras que ahora, montado en la potente Ducati, puede permitirse un margen de comodidad y pilotar al 90% de su capacidad.
La lucha por el título está servida
Ambos pilotos saben que solo hay un obstáculo real entre ellos y el campeonato: el propio Márquez. Con un dominio absoluto este año y a punto de alcanzar su noveno título mundial, es inevitable pensar que podría incluso celebrarlo en Misano, el hogar del legendario Valentino Rossi. Mientras tanto, Viñales ha comentado cómo ve a Márquez actualmente: “Ahora tiene un paquete impresionante; ya no necesita forzar como antes”. Y eso es precisamente lo que hace de él un piloto tan temible.
Márquez ha vuelto de unas merecidas vacaciones listo para arrasar. En los entrenamientos privados realizados en Hungría junto a otros grandes pilotos del equipo Ducati, mostró destellos de lo que se le viene encima: “Este circuito es único y me encanta cómo se siente al manejar aquí”, confesó entusiasmado.
A medida que avanza la temporada y con 381 puntos bajo su nombre—120 más que su hermano Álex—Márquez parece estar lanzando un mensaje claro a sus competidores: “El único capaz de arrebatarme este título soy yo mismo”. Con esa mentalidad afilada y la posibilidad cercana de alcanzar las 100 victorias en su carrera profesional, todos nos preguntamos si alguien podrá frenar esta máquina imparable.