Madeira, ese rincón del asfalto que siempre desafía a los pilotos, ha vuelto a ser testigo del talento de Diego Ruiloba. Este joven piloto español ha dejado claro que es un verdadero maestro del volante al conseguir su segunda victoria en este prestigioso rally. La emoción se desbordaba mientras él y su compañero Ángel Vela celebraban este triunfo que les reafirma como una pareja imbatible en la competición.
Un desafío superado
Ruiloba, que ya había conquistado el corazón de los aficionados el verano pasado, volvió a Funchal con ganas de demostrar lo aprendido. En esta edición, ha demostrado que no solo tiene habilidad, sino también una capacidad impresionante para manejar las complejas curvas y tramos veloces que caracterizan a Madeira. Desde el inicio, marcó un ritmo arrollador; sus competidores estaban cerca, pero nunca lo suficiente como para arrebatarle la victoria.
A diferencia de otros pilotos como Dani Sordo, quien tuvo su primera experiencia en estas carreteras tan peculiares y terminó octavo tras remontar desde posiciones más bajas, Ruiloba ha sabido adaptarse y sobresalir. A medida que se acerca la parte final de su temporada mundialista, este triunfo le da un impulso emocional muy necesario.
No podemos olvidar a otro talentoso piloto, Giovanni Fariña, quien ha dado pasos gigantes hacia su sueño de coronarse campeón en la Peugeot Rally Cup Ibérica. Después de conquistar Vigo hace un mes, ahora se lleva otra victoria bajo el brazo en Portugal. El ambiente está cargado de expectativas antes del próximo Rally Princesa de Asturias; sin duda será un evento crucial para definir quién se llevará la copa.
La competencia fue feroz: aunque Sito Español mostró una actuación impecable hasta sufrir una rotura mecánica cuando estaba cerca del podio, Fariña recogió el testigo y demostró que sabe cómo aprovechar las oportunidades. Sin duda alguna, Madeira nos dejó grandes momentos y sigue siendo un escenario clave donde los sueños pueden hacerse realidad.