En el corazón de Silverstone, Fernando Alonso llegó con una sonrisa que podría iluminar todo el paddock. Vestido con un traje blanco que le quedaba como un guante, el asturiano sabe que este Gran Premio en casa para Aston Martin es una oportunidad dorada para sumar puntos valiosos. Aunque su equipo ha hecho algunas actualizaciones en el AMR25, él no parece estar muy preocupado por ello. “El ruido exterior no me interesa”, nos confesó.
Una actitud desinhibida ante los rumores
Mientras todos hablan de Max Verstappen y sus posibles movimientos, Alonso parece tener claro su rumbo. “¿Verstappen? No me importa. Si quiere consejo, que me pague”, bromeó el piloto asturiano en medio del bullicio del circuito. Su enfoque es firme: está concentrado en su propio rendimiento y eso es lo que realmente cuenta.
Aunque se han introducido algunos retoques menores en la carrocería y el suelo del coche, Fernando fue claro al desinflar las expectativas: “No son actualizaciones revolucionarias como las de Ímola; esto es solo un pequeño toque”. Y a pesar de ser escéptico sobre los cambios, mostró optimismo sobre la posibilidad de sacarles partido durante las pruebas del viernes.
Sin embargo, no se deja llevar por ilusiones descabelladas. “Si conseguimos puntuar será un gran fin de semana”, afirmó con realismo. La competencia es feroz y Alonso sabe que los primeros equipos están a años luz de ellos en este momento. Aun así, su espíritu competitivo brilla cuando habla de su compañero Gabriel Bortoleto: “Es el mejor piloto de esta generación”, dijo entre risas.
Con vistas al futuro, Alonso también tiene claro que Aston Martin tiene potencial para crecer y competir entre los grandes. “Este es un momento clave para nosotros; queremos pelear por cosas importantes”. Y cuando se trata del circuito de Silverstone, sus ojos brillan al mencionar lo especial que es: “Es el mejor circuito para coches de efecto suelo”, concluyó con entusiasmo.