La historia de Álex Márquez nos lleva desde la emoción del circuito de Assen hasta el quirófano, y no ha sido un viaje fácil. Justo después de que sonara la bandera a cuadros, el piloto de Cervera se encontró con una dura realidad: una fractura en su mano izquierda. Mientras sus compañeros celebraban en la pista, él tenía que lidiar con el dolor y la preocupación por su futuro.
Con un brazo en cabestrillo, Álex no perdió ni un segundo. Salió rápidamente del circuito y se dirigió al aeropuerto de Groningen para volar hacia Madrid. Allí, en el hospital Ruber Quirón, fue intervenido tras ser evaluado por el doctor Ángel Charte, quien dejó claro que era necesaria una operación para reparar el daño.
Una rápida recuperación
A las 00:30, su equipo Gresini Racing compartió una imagen de Álex postoperatorio en redes sociales, donde confirmó que todo había salido bien. Sin embargo, no hubo palabras del propio piloto ni de los médicos sobre lo ocurrido. La realidad es que Álex ahora inicia una carrera contrarreloj para estar listo para el próximo GP en Sachsenring.
Este episodio nos recuerda lo frágil que puede ser la vida de un piloto; entre carreras emocionantes y momentos difíciles, siempre hay algo que podría cambiarlo todo. Esperemos que Álex encuentre pronto la fuerza para volver a subirse a su moto y seguir luchando por sus sueños.