En una jornada marcada por un clima mixto en el GP de los Países Bajos, Diogo Moreira logró un emocionante triunfo en Moto2 que quedará grabado en su memoria. Fue su primera victoria en esta categoría intermedia, y lo hizo nada menos que sobrepasando a Arón Canet, un rival temido que había demostrado ser una auténtica amenaza durante toda la carrera.
Una batalla en la pista
La carrera comenzó con Moreira manteniendo firme su posición de salida, mientras Ortolá le seguía de cerca. Pero no tardó mucho para que Canet comenzara a apretar el acelerador. Con maniobras audaces, rápidamente tomó la delantera tras adelantar a Ortolá y a Moreira, incluso generando algo de tensión con un toque que puso los pelos de punta a más de uno. En ese momento, Izan Guevara tuvo un desafortunado accidente y Manugasss se encontraba luchando para mantenerse dentro del top diez.
A medida que avanzaba la carrera, el drama se intensificaba: David Alonso también cayó tras perder el control cuando marchaba en la duodécima posición. Mientras tanto, Manu González empezó a mostrar su verdadero ritmo al superar varios pilotos hasta colocarse nuevamente entre los favoritos para recuperar el liderato del campeonato.
A falta de once vueltas, González ya estaba acechando detrás de Öncü y pronto recuperó el liderazgo virtual; pero todos sabíamos que para ganar necesitaba que Moreira y Canet se enfrentaran entre sí como lo hicieron antes en Mugello.
El desenlace fue electrizante: cuando apenas restaban dos giros, Moreira aprovechó un error de Canet en la curva 3 y tomó la delantera por primera vez. La última vuelta fue una danza entre ambos corredores; aunque Canet intentó recortar distancias, Diogo defendió su puesto con uñas y dientes. Finalmente cruzó la meta con tan solo 56 milésimas de ventaja.
Con este triunfo, Moreira no solo celebra una victoria crucial en su trayectoria hacia MotoGP sino que también asegura que Manu González permanezca líder del campeonato gracias a su tercer lugar ese día. Es un recordatorio perfecto de cómo las carreras pueden cambiar en cuestión de segundos y dejar huellas imborrables para quienes las viven al máximo.