En el GP de los Países Bajos, celebrado en el mítico circuito de Assen, Diogo Moreira se alzó con la pole en una emocionante batalla frente a los españoles Ortolá, Manu González y Canet. El brasileño mostró una madurez sorprendente para su corta experiencia y supo posicionarse a la perfección en un grupo competitivo que prometía espectáculo.
La lucha por la pole: un festival de emociones
A pesar de que el cielo estaba gris y un viento juguetón hacía su aparición, las condiciones no fueron obstáculo para que Moreira brillara. Con temperaturas que rondaban los 22 grados, él y sus rivales se lanzaron a la pista como si fuera una batalla campal. En la primera ronda, algunos pilotos veteranos no lograron dar lo mejor de sí después de un mal viernes. Baltus, después de recuperarse de una caída matutina, tomó rápidamente el mando. Mientras tanto, otros como Holgado dieron sorpresas en las últimas vueltas.
A medida que avanzaba la Q2, todos miraban hacia Canet; era el hombre a batir. Las estrategias se entrelazaban mientras Manu González lograba tiempos impresionantes justo detrás de Ramírez. Sin embargo, lo inesperado llegó cuando Salac se fue al suelo tras un roce con Alonso López; ¡vaya susto!
Pese a esos momentos tensos, todos volvían a concentrarse y Moreira aprovechó cada oportunidad. Con cada vuelta logró superar a sus competidores hasta colocarse primero en la clasificación con un récord impresionante. Este triunfo no solo es su tercer pole consecutivo; es un grito claro en el mundo del motociclismo: aquí está Diogo Moreira para quedarse.
No cabe duda de que Ortolá partirá desde una posición inmejorable como segundo y Manu justo delante de Canet. La carrera promete ser intensa y llena de emoción; hay mucha tela que cortar entre estos jóvenes talentos.