El Gran Premio de los Países Bajos de MotoGP en Assen comenzó con un sobresalto que nos dejó a todos con el corazón en un puño. Marc Márquez, el piloto estrella y líder del campeonato, sufrió una caída impresionante en la curva 15 durante las primeras vueltas. Fue un momento tenso: se vio cómo se dolía de la mano izquierda y tuvo que quitarse el guante para evaluar el daño. Con apenas tres vueltas completadas, las alarmas saltaron.
Un regreso inesperado
Rápidamente, su compañero Fonsi Nieto lo trasladó en scooter hacia el camión de Ducati, sumando esta caída a la lista que ya asciende a seis caídas esta temporada. Pero no todo estaba perdido; justo después, Pecco Bagnaia tomó las riendas del equipo al ponerse primero y demostrar que la competencia no espera.
A pesar del golpe, Marc se mostró optimista. Después de cambiarse de mono y hablar con Gigi Dall’Igna y los demás miembros del equipo, tranquilizó a todos asegurando que solo había sufrido un golpe en el codo izquierdo y que había perdido algo de sensibilidad. «Bene», decía él mientras recibía gestos de alivio por parte del equipo; parece que hasta los más grandes pueden tener sus días complicados.
Poco después, Márquez volvió a salir a pista con otra moto, lo que trajo un aire renovado de calma entre sus seguidores y compañeros. Mientras tanto, en las categorías inferiores como Moto3 y Moto2 también hubo sorpresas: Carpe brilló bajo la lluvia y Alonso López se hizo notar por primera vez este año al liderar Moto2.
Aquí nadie da nada por sentado; cada carrera es una nueva oportunidad llena de emociones. Y hoy, aunque comenzamos con susto, seguimos esperando más acción sobre dos ruedas.