En el bullicioso ambiente del GP de Austria, Fernando Alonso se encuentra en el centro de atención. Con una sonrisa y su inconfundible carisma, rebate las especulaciones que apuntan a que ha cambiado su estilo de conducción para mejorar los resultados con Aston Martin. «Mi forma de pilotar no ha cambiado casi nada en dos décadas», afirma con determinación.
Sin cambios en su esencia
El asturiano deja claro que, aunque siempre hay ajustes dependiendo del coche y las reglas, él se siente fiel a su esencia al volante. «No creo que haya cambiado mucho; siempre buscamos aprovechar las reglas cuando podemos», añade con esa sinceridad que tanto le caracteriza. Esta afirmación contradice la idea popular de que ahora sacrifica el apuro de los pianos para obtener mejor tracción.
Alonso sabe que este fin de semana será un reto. En Austria, un circuito donde históricamente no han brillado como esperaban, se muestra cauteloso pero optimista. «Siempre soy optimista los jueves cuando llego al circuito», dice mientras repasa sus experiencias pasadas. Sin embargo, reconoce la necesidad imperiosa de hacer algo diferente este año si quieren evitar repetir errores del pasado.
«La temporada pasada fue dura aquí; sufrimos uno de nuestros peores resultados», recuerda, consciente del desafío que enfrenta su equipo. Pero no se detiene ahí: «Es hora de cambiar nuestra estrategia si queremos seguir compitiendo entre los diez primeros». La pasión por la competición está intacta y Alonso está listo para demostrarlo una vez más.