En un rincón de Atenas, donde la historia y la emoción se entrelazan, el Acrópolis se erige como un símbolo. Este lugar, que hace siglos fue una fortaleza y un espacio sagrado para los griegos, hoy acoge uno de los eventos más emblemáticos del Mundial de Rally, el Rally Acrópolis. Aquí, en sus tramos duros y desafiantes, cada piloto no solo compite por puntos; se enfrenta a un legado que resuena en cada curva.
Competencia al rojo vivo
La situación en el campeonato es tensa. Elfyn Evans lidera la clasificación pero siente cómo su ventaja se va evaporando tras los recientes desafíos en las pistas de tierra. Con 133 puntos en su haber, observa de cerca a Sébastien Ogier y Kalle Rovanpera, que lo siguen como sombras amenazantes. Ogier, aunque ha dejado claro que no pretende participar en todo el Mundial, sigue metiendo presión con cada carrera; este fin de semana ya mostró su garra al ganar la superespecial inaugural.
Sébastien no oculta sus preocupaciones sobre las condiciones difíciles que encontrarán: «Esperamos temperaturas extremas y eso puede complicarlo todo. Además, está lleno de piedras», decía mientras preparaba su estrategia. Y es que correr aquí es enfrentarse a un terreno hostil donde cualquier error puede ser fatal.
Por otro lado, Hyundai enfrenta sus propios demonios esta temporada sin haber logrado aún una victoria. Su jefe de equipo no duda en expresar la urgencia de mejorar: «Estamos en el ecuador y necesitamos avanzar. Este rally es crucial para recuperar terreno».
No podemos olvidar a nuestros pilotos españoles en WRC2: Alejandro Cachón, Diego Ruiloba y Jan Solans están listos para darlo todo y luchar por esos valiosos puntos que pueden catapultarles hacia lo más alto. Sin duda alguna, este Rally Acrópolis será una prueba memorable llena de adrenalina y emociones a flor de piel.